sábado, 23 de noviembre de 2013

EL MAS GRANDE! El genio desconocido, William Shakespeare

El genio desconocido
Romeo y Julieta, Hamlet, el rey Lear, Macbeth, Otelo: sus actos y pensamientos se conocen en todo el mundo. Curiosamenfe, se sabe poco acerca de William Shakespeare, el actor y autor que creo estos personajes.


Su legado literario es tal vez el más rico del mundo: 37 obras de teatro, 154 sonetos, dos poemas narrativos y varoes versos. Pero sólo dos de estas obras son irrefutablemente auténticas; no hay cartas o diarios que revelen sus sentimientos personales; de su puño y letra sólo existe una variedad de firmas garabateadas y 147 renglones de una escena para una obra en colaboración, escrita hacia el año 1595 pero suprimida por los censores. Aunque los logros de William Shakespeare como dramaturgo fueron reconocidos por sus contemporáneos, él pensó que serían sus poemas los que le traerían cualquier fama que mereciera. Sus obras completas fueron publicadas sólo siete años después de su muerte, en 1616, y algunos eruditos aún no aceptan que todas ellas hayan sido escritas por él. Los posibles biógrafos sólo cuentan con una serie de detalles difusos para reconstruir su vida. 

¿Quién fue Shakespeare?
En el registro parroquial de Stratford-upon-Avon, un pueblo de 20 mil habitantes 34 km al este de Birmingham, Inglaterra, figura, escrita en latín y fechada el 26 de abril de 1564, una anotación sobre el bautizo de "Gulielmus, filius Johannes Shaksper": William, hijo de John Shakespeare. William fue el tercero (y primer varón) de los ocho hijos que tuvieron Mary Arden y John Shakespeare, un guantero y ocasionalmente funcionario local. 

Posiblemente nació 2 o 3 días antes de su bautizo. No se sabe nada de la educación de William, pero se supone que asistió a la primaria de Stratford, donde se estudiaba en latín. Su formación tal vez incluyó asistir a la iglesia y estudiar la Biblia intensivamente. A fines de noviembre o inicios de diciembre de 1582, Shakespeare tenía 18 años y casó con Anne Hathaway, hija de un próspero granjero y ocho años mayor que él. Seis meses después tuvieron a su hija Susanna y en febrero de 1585 tuvieron gemelos: un varón, Hamnet, y otra niña, Judith. Desde entonces y hasta 1592, en que aparece en Londres como actor famoso y exitoso dramaturgo, no se sabe nada de William Shakespeare. Estos son sus siete años perdidos.
¿Quién escribió las obras inmortales? ¿Fue el aristócrata sir Francis Bacon (izq.), el poeta y dramaturgo Ben Jonson (der.) o el actor William Shakespeare (centro)?
El advenedizo
Durante los años de maduración de Shakespeare, los teatros locales de Stratford financiaban ocasionalmente presentaciones de aficionados en el Pentecostés. Tal vez ahí actuó Shakespeare por primera vez. O tal vez viajó al cercano Coventry para asistir a uno de los últimos ciclos de teatro medieval de misterio presentados por miembros gremiales. Es seguro que pudo presenciar a una de las compañías itinerantes que visitaban su pueblo regularmente. 

Entre diciembre de 1586 y diciembre de 1587 aparecieron en Stratford no menos de cinco compañías; una de ellas necesitaba un actor, pues el anterior, al llevar una vida disipada, había muerto en una pelea de cantina. ¿Acaso la compañía partió de Stratford con un ambicioso actor novicio? La primera referencia de Shakespeare en Londres no es muy halagadora. 

El prolífico dramaturgo Robert Greene escribió en su folleto Cuatro peniques de ingenio, publicado póstumamente en 1592, una invectiva contra un sabelotodo que tenía la audacia de hacerse pasar por dramaturgo. Desconfíen de ese "advenedizo", advertía Greene a sus colegas autores, "...que con corazón de tigre oculto bajo piel de actor se siente como los mejores de ustedes, pero sus versos libres son jactanciosos". El intruso, se lamentaba Greene, "se considera a sí mismo el único que puede 'Shakudir' al público". Los detectives literarios señalan estas palabras como una cruda referencia a Shakespeare, al relacionarlas con una cita de Enrique VI, parte III, una de sus primeras obras, en la que el cautivo duque de York se refiere a la vengativa reina Margarita como a "un corazón de tigre oculto bajo piel de mujer" 

Los Varones de lord Chamberlain
Tal vez debido al ataque de Greene, los historiadores consideran las tres partes de Enrique VI como las primeras creaciones de Shakespeare. Posiblemente fueron escritas antes de 1592, cuando era un actor bisoño en una de las compañías londinenses como la de los Varones de la Reina. Pero el 28 de enero de 1593 las actividades de Shakespeare como actor y autor se interrumpieron, al igual que las de sus colegas. Debido a un brote de peste en Londres, el Consejo Real prohibió "todas las obras, juegos de bolos y espectáculos que reúnan a toda clase de público (excepción hecha con sermones y servicios religiosos en las iglesias)". Los teatros no se reabrieron sino hasta el otoño de 1594. Para cuando se abatió la peste, Shakespeare se había procurado un protector, el joven y apuesto conde de Southampton, a quien dedicó sus poemas narrativos Venus y Adonis y La vejación de Lucrecia. Aparecida en 1593, Venus yAdonis fue su primera obra publicada. Cuando los teatros se reabrieron, Shakespeare ya era miembro de los Varones de lord Chamberlain, la compañía con la que se asoció hasta que se retiró del escenario 18 años después. 

La contabilidad del tesorero de la reina Isabel registra a William Shakespeare como uno de los tres "servidores de lord Chamberlain" a quienes se pagó por actuar ante la reina el 26 y 28 de diciembre de 1594, en funciones montadas en su palacio de Greenwich. Conforme se sucedieron sus comedias, tragedias y dramas históricos, Shakespeare ganó fama y riqueza, pues poco después ya era accionista de la companía, así como su principal dramaturgo. 

Es posible que haya dirigido sus propias obras y se sabe que siguió actuando en obras propias y ajenas, entre ellas las de su joven protegido Ben Jonson. Se cuenta que su mejor personificación fue la del fantasma del padre de Hamlet, y el hermano menor de Shakespeare lo recuerda actuando como el anciano sirviente Adam en la obra Como gustéis.
 
Aunque Shakespeare pareció relativamente indiferente a la publicación de su teatro, varias de sus obras fueron publicadas a fines del siglo, con o sin su autorización, frecuentemente sin que apareciera su nombre. En algunos casos el autor tuvo que publicar versiones corregidas de obras de su propiedad que aparecieron ya sea de forma incompleta o tergiversada. En febrero de 1599, Shakespeare se asoció con otros miembros de los Varones de lord Chamberlain para alquilar un lugar en la ribera sur del Támesis y erigió ahí un nuevo teatro, el Globe. En el otoño, el Globe se inauguró con una presentación de Julio César.
La casa de Stratford en la que se piensa que nació Shakespeare (arriba) es una popular atracción turística. 

Regreso a Stratford
No se sabe si Anne Hathaway fue a Londres con sus tres hijos para vivir con su esposo. Pero parece ser que el famoso actor y dramaturgo mantuvo a su familia en Stratford, primero en una pequeña casa en la calle Henley y a partir de 1597 en una elegante casa de tres plantas y cinco frontones, situada tras un patio en la calle Chapel, frente a la iglesia a la que asistió de niño. Su hijo Hamnet murió a los 12 años, pero Shakespeare vivió para ver las bodas de sus dos hijas y a Susanna, la mayor, dar a luz a la niña que sería su única nieta, Elizabeth Hall. Poco después de 1612, Shakespeare se retiró a Stratford y el 25 de marzo de 1616 firmó su testamento, con su peculiar orden de legar ''su segunda mejor cama" a la que fue su esposa durante 33 años. Murió un mes después, el 23 de abril, cuando tenía 52 años. 

En busca de Shakespeare
Las obras de William Shakespeare son tan sólidas y duraderas que con el tiempo, se ha dudado de que provengan de una sola persona, especialmente alguien con tan poca formación como un desconocido actor de Stratford. Con sus intrincadas tramas e inolvidables personajes, las célebres obras exploran las emociones humanas en toda su profundidad y revelan el conocimiento que tenía el autor sobre historia, literatura, filosofía, derecho e incluso etiqueta cortesana. ¿Dónde aprendió este campirano, relegado por la sociedad, la forma en que hablaban los aristócratas y los abogados? ¿Es posible que el actor prestara su nombre a un importante y erudito funcionario que quiso mantener en secreto la autoría de sus obras? 

En 1781, un clérigo inglés Ilamado J. Wilmot, tras revisar los archivos de Stratford, llegó a la asombrosa conclusión de que un hombre de la extracción de Shakespeare no tenía la educación y experiencia necesarias para escribir las inmortales obras. Wilmot no quiso publicar su tesis y quemó sus notas, pero confió sus sospechas a un amigo. Esta conversación no se publicó sino hasta 1932. 

Mientras, en el siglo XIX, académicos ingleses y norteamericanos plantearon teorías similares. Uno de ellos, William Henry Smith, propuso en 1856 a Francis Bacon como autor de las obras. Este ensayista, filósofo y estadista fue un alto funcionario de Jaime I, sucesor de la reina Isabel, quien lo promovió a un rango de nobleza. Los académicos de ambos lados del Atlántico se abalanzaron sobre la hipótesis de Smith y produjeron una avalancha de argumentos y documentación para sustentarla. Los baconianos, como se les llamó, señalaron que Francis Bacon tenía las cualidades de las que carecía el actor: educación clásica, un puesto en la corte y sólidos conocimientos de derecho. Pero para infortunio de la teoría, a Bacon no le importaba el teatro y no se sabe de ningún verso libre escrito por él. Calvin Hoffman, académico de los EUA, afirmó en 1955 que el autor de las obras de Shakespeare fue el dramaturgo isabelino Christopher Marlowe, quien en 1593 afrontó la prisíón e incluso la muerte por sus opiniones heréticas. 

Según la teoría de Hoffman, Marlowe fingió su propio asesinato en una taberna al sur de Londres, siendo la verdadera víctima un marino extranjero, y después huyó a Europa, donde siguió escribiendo la clase de obras que ya le habían ganado fama en Londres y las enviaba a Inglaterra para ser producidas bajo el nombre de Shakespeare.
Como se conoce poco de los primeros años de Shakespeare, los biógrafos se valen de cualquier detalle para inventar incidentes. La ilustración de abajo se basa en un documento que afirma que compareció ante la justicia por allanamiento de propiedad.
Candidatos aristócratas
 
Otros investigadores literarios han afirmado que no fueron Bacon ni Marlowe, ni el joven dramaturgo Ben Jonson quienes escribieron las obras de Shakespeare. El verdadero autor fue un noble que consideraba indigno escribir teatro o que temía el enojo real por expresar en público sus opiniones políticas. Los candidatos aristócratas -todos ellos más o menos contemporáneos de Shakespeare- son: William Stanley, sexto conde de Derby; Roger Manners, quinto conde de Rutland, y Edward de Vere, el famoso decimoséptimo conde de Oxford. Aunque lord Derby se interesó mucho en el teatro y escribió algunas obras, cabe hacer notar que vivió 26 años más que Shakespeare y en ese lapso no se publicaron más obras shakesperianas. En lo que respecta a lord Rutland, éste tenía apenas 16 años de edad en 1592, año en que por lo menos tres obras de Shakespeare ya habían sido escritas y producidas. Por su parte, lord Oxford murió en 1604, mientras que obras maestras de Shakespeare como El rey Lear, Macbeth y La Tempestad aparecieron una tras otra hasta 1612, año en que se piensa que Shakespeare inició su retiro en Stratford. A pesar de las intrigantes especulaciones acerca de un autor secreto que se ocultó tras el nombre de un rústico autor, hoy casi todos aceptan a William Shakespeare de Stratford-upon-Avon como el verdadero autor de las grandes obras que se le atribuyen. 

Su genio fue reconocido en su propia época y su autoría no fue desmentida en su tiempo. Es inútil tratar de explicar cómo adquirió la experiencia y talento para producir tal obra. Es mucho mejor agradecer que el joven dejó atrás su origen humilde cuando partió a Londres, hace 400 años. El mundo ganó mucho más cuando él decidió actuar así.
Una turista en Stratford examina los atuendos isabelinos de las figuras de cera hechas para una película acerca de la época del dramaturgo. La real compañía de Shakespeare presenta las obras en Stratford.


Época dorada del teatro
Para gloria de la literatura inglesa, Shakespeare y el teatro inglés maduraron al mismo tiempo. En 1574, cuando el futuro dramaturgo no era más que un niño campirano de 10 años en Stratford, la reina Isabel autorizó a una compañía de actores bajo el patrocinio del conde de Leicester a presentarse en la capital y en el resto del reino. El actor principal, James Burbage, inmediatamente construyó el primer teatro comercial en Londres, un foro al aire libre de unos 30 m de diámetro y con capacidad para 3 000 espectadores. La entrada costaba un penique, la doceava parte del chelín diario que ganaba un artesano. El teatro de Burbage, modelado con base en las arenas circenses de la época, era una estructura poligonal con tres anillos de galerías para espectadores sentados. Pero la mayor parte del público estaba de pie en el patio que rodeaba el escenario, que medía 13 por 9 m. Richard, el hijo de Burbage, fue el actor principal de los Varones de lord Chamberlain, para quien Shakespeare escribió sus mejores obras y con quien se asoció para construir el teatro Globe en 1599. Ahí, Richard Burbage personificó a Hamlet, Ricardo III, Otelo y EI rey Lear: su actuación fue tan vibrante que se pensó que las obras no se reestrenarían cuando murió en 1619. Pero ni cuando los teatros se cerraron en 1642 por orden del Parlamento, ni cuando muchos de sus contemporáneos lo atacaron se pudo suprimir el genio inmortal de Shakespeare.

El hombre que nadie conoció
Mucho después de que Shakespeare muriera, se puso en duda la autoría de sus obras. Pero la carrera de B. Traven, novelista del siglo XX, estuvo totalmente envuelta en el misterio. Una serie de libros radicales, antiautoritarios, obsesionados con la crueldad, la soledad, el miedo, la superstición y la muerte, aparecieron en Alemania en la década de 1920. Se publicaron en español con los títulos El barco de la muerte, El puente en la jungla, La rebelión de los colgados y EI tesoro de la Sierra Madre. Se sabe que el autor, B. Traven, vivía en México, pero rehusó dar fotografías o material biográfico a sus editores. La reticencia del autor sólo azuzó el apetito de periodistas e historiadores literarios, pero sólo en 1990, 21 años después de su muerte, su viuda Rosa Elena Luján reveló algunos datos que trajeron cierta luz a muchas partes oscuras de su secreto. Según ella, el novelista fue Ret Marut, actor convertido en revolucionario, orillado a huir en 1919 de Alemania al fracasar una rebelión en Munich. Con uno de sus muchos seudónimos, Hal Groves, fue contratado por el director John Huston como asesor técnico para filmar El tesoro de la Sierra Madre en 1947. En un pasaporte mexicano de la década de 1950 figuró como Traven Torsvan, nacido el 3 de mayo de 1899 en Chicago, de origen noruego. Al novelista también le gustaba decir que era hijo ilegítimo del emperador Guillermo II. Como Ret Marut sólo puede ser rastreado hasta 1907, la revelación de la señora Luján deja sin respuesta una pregunta debido a la inconsistencia de los datos cronológicos: ¿quién era B. Traven antes de ser Ret Marut?
El autor B. Traven sigue siendo un misterio; aqui se muestra la portada de su primer libro en Alem